COMPARTIR

7 de septiembre de 2008

LA HISTORIA SIN FIN


Siempre, desde que era pequeña escuchaba decir que el Destino es un misterio, que la vida te sorprende a cada instante, que uno nunca podría imaginar lo que el destino le traerá. El "qué es la vida", "qué es el destino" y todos esos temas filosóficos existencialistas no es lo que voy a tratar en este post, a pesar de que muchas veces he intentado responder a esas complicadas preguntas; pero lo que sí voy a hacer es contar una experiencia personal que me ha hecho decir "que misterioso e interesante puede ser el Destino".

Hace tres años salí con un par de amigas un sábado por la noche. Primero fuimos a comer pizza, luego se nos antojó comer papas fritas en una pollería por el centro y luego decidimos ir a un bar a pasar el rato y ver si estaba animado el ambiente. Entonces llegamos al Chaska, pero eran las 11pm, la gente recién estaba llegando. Había sólo unos cuatro gatos, nosotras nos sentamos en una mesa cerca a la barra, pedimos una jarra de Chaska Libre y nos sentamos a conversar. Estábamos medio aburridas, por ahí nos encontramos con una vecina y un amigo más, pero nada interesante; decidimos que acabaríamos la jarra y nos iríamos a nuestras casas a ver películas. En ese lapso, recuerdo claramente que entró un chico. Tenía el cabello un poco lacio y largo hasta los hombros, era trigueño y estaba con una casaca negra. Había llegado solo y se sentó en la barra, pidió un jarra de Chaska Libre, sacó un cigarrillo y empezó fumar.

Me gustó. Era simpático y tenía un aire misterioso que lo hacía muy interesante. No podía dejar de mirarlo de reojo y hasta se lo comenté a Carla, una de mis amigas, ella también creía que el chico estaba "bueno". Lo gracioso era que mi otra amiga (Ekis) sí lo conocía, eran patas de tiempo. Ekis nos hizo recordar quien era, ella ya nos había hablado antes de él. L (su inicial) se acercó a Ekis y la saludó, los dos se fueron a un costado y se pusieron a conversar un buen rato, yo estaba enojadaza por dentro con Ekis porque la maldita ni siquiera nos lo presentó. A todo esto, la jarrita de Chaska Libre ya se había acabado y tanto Carla como yo estábamos aburridas. Le dijimos a Ekis que se apure, que termine la conversa, que ya queríamos irnos. L se despidió de Ekis y las tres nos regresamos a nuestras casas.

Estoy segura de que si a L me lo encontraba al día siguiente no lo hubiera reconocido porque ya me había pasado casos similares antes. Una vez vi a un chico lindísimo hace años en Merpisa y me enamoré en ese momento; nunca más lo volví a ver, no recuerdo su cara pero sí recuerdo que en esos segundos me gustó harto. Lo de L, obviamente, era lo mismo: un gusto de un día.

Varios meses después mi amiga Pecana me llevó a tomar unas "aguas" en un parque con su enamorado y los amigos de su enamorado. Estaba chévere “la reu”, era 30 de diciembre, penúltimo día del año; había ron con gaseosa y una guitarra para amenizar el ambiente. Pecana y yo tuvimos una "urgencia" y nos fuimos a buscar baño U_U, cuando regresamos vi que en el grupo un chico recién había llegado. El chico se puso a tocar la guitarra y mencionó que se llamaba L, ¿L?- pensé- e inmediatamente recordé de quien se trataba.

Foto de ese 30 de diciembre en el parquesito
A simple vista no lo hubiera reconocido, estaba con un polo manga corta y con el cabello rapado; yo lo recordaba de una manera distinta, en ese momento ya no me gustaba, notaba algo diferente de aquella vez en El Chaska; es mas, ni me importaba su presencia. Me pasé toda la noche conversando con un pata y de L me olvidé.
Pero hay algo interesante. Eran como las 2am y ya estaba cansada de estar parada, entonces me senté en la banca donde L tocaba la guitarra, me quedé observándolo como tocaba las canciones, lo hacia muy bien. Él se dio cuenta q yo lo estaba mirando, cogió su vaso y me hizo una señal de salud, yo le contesté de igual manera y me animé a preguntarle si sabía tocar la canción Tears in Heaven de Eric Clapton, él afirmó con su cabeza y comenzó a tocar la primeras notas de la canción ...Would you know my name, if I saw you in Heaven; would it be the same, if a i saw you in heaven... En ese momento no sentí nada especial; dicen que cuando sucede algo importante en tu vida tu no te das cuenta hasta que ya haya pasado mucho tiempo. Ése fue uno de esos casos. En esos pequeños minutos no imaginaba que había iniciado una conversación que cada día se haría más frecuente. Coincidentemente una semana después lo volví a encontrar, desde entonces lo encontraba más seguido y hasta llegué al punto de “encontrármelo” todos los días (incluso me lo encontraba cuando ya no queria encontrármelo :S).

¿Destino o qué?. Particularmente no creo mucho en el destino, soy de las que creen que cada uno con sus actos forman su propio destino, pero coincidencias como las muchas que tuve con L ponen, aveces, en duda mis creencias.

Es anecdótico. Quién se imaginaría que ese chico del que Ekis me hablaba tanto hace como 5 años; ese chico que estuvo una vez sentado solo en la barra y me había llamado la atención; ese chico que tocó Tears in Heaven en la banca del parque, ese chico...


Aquí les pongo el video de Tears in Heaven (one of the best songs ever). Tiene 14 millones de vistas, increible O_o

1 comentario:

  1. a pasado tiempo, el tiempo siempre pasa, todo lo demuestra, el tiempo vuela perono olvides somos nosotros los pilotos, te quiero.jana

    ResponderBorrar